A MI MALAGA QUERIDA

Hacía bastante tiempo que no subía a Gibralfaro (La
alcazaba),por haber estado ausente de Málaga durante
treinta años. A mi regreso, una tarde del mes de Mayo, subí
hasta el mirador, con la idea de escribir un poema,
contemplando lo que no veía desde antaño, dando como
resultado lo que sigue:

Desde aquí Málaga mía
te contemplo y me recreo,
¡no sabes como te veo,
Reina de Andalucía!

Sentado en el mirador
con el aire por testigo,
Gibralfaro como abrigo,
para encontrarme mejor
tú Málaga, estás conmigo.

Desde este mirador
se deja ver tu belleza,
con orgullo y con grandeza
cual si fuese resplandor
que refleja tu pureza.

El aire puro se nota
respirándose mejor,
y desde aquí tu valor
sobre tu regazo flota
y luces como una flor.

Aquí arriba todo es paz
y todo es naturaleza,
vigilante fortaleza
que como perro guardián
son recuerdos de nobleza.

Los pájaros al trinar
invaden mis cinco sentidos,
inundando mis oídos
como nota musical
que del cielo haya venido.

Desde aquí se ve tu puerto
con ese faro de guía,
desde la noche hasta el día,
vigilante siempre presto
ilumina tu bahía.

En tu amplio y extenso mar
las olas se balancean,
al mismo tiempo pasean
la espuma que cubrirá
las playas que te rodean.

¡Es tu parque tan frondoso!
¡Tan lleno de colorido!
Lo mejor, siempre florido,
y parece un manto hermoso
que del cielo haya caído.

Tu playa de parda arena
que brilla como la plata,
y sigilosa delata
orgullo de mar serena.

Tu cielo tiene más luz,
aire con brisa del mar,
que hasta aquí quiere llegar,
con ese color azul
para mi alma robar.

El espacio está invadido
por ese vuelo constante
de la gaviota errante,
que de paseo ha salido
para compañía darte.

Las palomas desde aquí
las veo revolotear,
y bajan para picar
en tu suelo de rubí
a la orillita del mar.

Perplejo y anonadado
como si un sueño fuese,
mi entusiasmo ya se crece
y la tarde se ha pasado
que hasta corta me parece.

En tu provincia nací
y en ella yo me crié,
en mi alma te llevé
cuando me tuve que ir,
pero nunca te olvidé

Cuando de nuevo volví
mentira me parecía,
me inundaba la alegría
porque podía decir,
que aquí en la Málaga mía
estaría hasta el morir
si Dios así lo quería.

Francisco García García

3 comentarios:

  1. Eso se llama, amor a la tierra donde uno ha nacido. Soy, española, Andaluza y Malagueña y ole

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  2. Muy bonita y de una humildad y sencillez de querubines

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